Para lucir una piel perfecta, es fundamental una rutina de cuidado facial completa y constante.
Limpia tu rostro dos veces al día con un producto suave para eliminar impurezas y maquillaje. Exfolia regularmente para eliminar células muertas y renovar la piel. Hidrata en profundidad con una crema o sérum adecuado a tu tipo de piel. No olvides protegerla del sol con un protector solar de amplio espectro.
Además, una alimentación saludable, rica en frutas y verduras, y una buena hidratación interna contribuirán a una piel más luminosa y saludable. Recuerda que la paciencia es clave, ya que los resultados se ven a largo plazo.